Fil. 4:4 “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” NVI
Cuando estoy predicando este tema sobre las declaraciones que hace el apóstol Pablo, me recuerdo que estaba preso, y por supuesto es una de las cosas más difíciles de entender, ¿cómo puede una persona ser feliz en medio de la tristeza? Parece extraño que un hombre encerrado entre rejas, pudiera decirle a una iglesia que se alegre, no suena lógico que ante las circunstancias adversas decir que nos sintamos alegres, cualquiera diría o están locos o son masoquistas, y desde luego visto con un enfoque del mundo tendrían razón, pero bajo la perspectiva cristiana, es totalmente diferente. ¡Es más Poderoso Él que está en nosotros, que el que está en el mundo! ¡Aleluya! 1 Juan. 4:4“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
Hay una lección importante y sumamente clave en este pasaje, porque está basado en que lo que está pasando en el interior de una persona y no necesitaba reflejar lo que eran sus circunstancias externas, es decir Pablo estaba lleno de gozo, porque sabía que pese a lo que le sucediera, Cristo estaba con él y eso equivaldría que a pesar de tener un grave problema no estaba solo, la realidad era esta; no es problema lo que tengo, sino un desafío que soy capaz de aceptar. En otras palabras: ¡si todo es adverso me alegraré! ¡Aleluya! Efe 1:19 “y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz” NVI
Pablo animaba a la iglesia de Filipo a regocijarse varias veces en esta epístola, probablemente porque necesitaban oírlo, además tendría mayor impacto hacerlo bajo las condiciones en las que él estaba, era como recordarles diciéndoles las palabras que les dijera a los de la iglesia de Roma: ¡Si Dios está con nosotros quién contra nosotros! Romanos 8:31 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? ”
Amados amigos y hermanos, es muy fácil desalentarse frente a circunstancias que no son placenteras especialmente cuando no estamos acostumbrados o simplemente es una experiencia nueva y al no tener el control de los acontecimientos, nos sentimos desprotegidos, cuando en realidad Dios nos está llevando a un nuevo nivel por donde antes no habíamos pasado y nos permite aprender a depender de Él.
Estas son las palabras del apóstol a los Filipenses, él no estaba diciendo, “estoy en la prisión y éstas cadenas son una bendición; tampoco decía estoy tan contento de este dolor que sería bueno que nunca desapareciera”. No creo eso, sino que él oraba por su liberación y sin duda clamaba por fortaleza espiritual para soportar lo que le acontecía.
Si tú no has disfrutado el gozo últimamente, regocíjate en medio de la adversidad, mira la vida desde la perspectiva correcta, es muy probable que ahora mismo te ves como víctima, y no como victorioso. Es fácil saber cuándo optamos el papel de víctima, nuestro lenguaje lo define: “nadie se preocupa por mí”, “ni siquiera el pastor a preguntado cómo estoy” y casi que cierra con esta última expresión: “a nadie le intereso” ¿Te es familiar este lenguaje?
Esto demuestra que Dios puede llevar a cualquier persona a través de cualquier situación, prueba, fuego, inundación, enfermedad terminal, incluso estar en prisión. Tu madurez se verá reflejada a través de una experiencia como la antes descrita.
Recuerda…
¡SI TODO ES ADVERSO, ALÉGRATE!