Éxodo 34:14 “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es”
La lealtad es importante, y la ley de los celos surge en el corazón de Dios con el propósito de guardar fidelidad entre las parejas, pero sobre todo que pudieran experimentar en “carne propia” lo que significaba provocar a celo a su pareja. Es una figura de fidelidad mutua entre Cristo y la iglesia, porque con solo que el esposo dudara de su mujer debía presentarla al sacerdote para comprobar su lealtad de exclusividad a él. ¿Dios es celoso? Por supuesto que sí, aunque un celo diferente al nuestro- Núm. 5: 29“Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, y se amancillare”
Seguramente para que el esposo dudara de su esposa, debía ser por algún comportamiento demasiado obvio que lo provocara a celo, pudiendo surgir dudas que amenazaran su confianza y por lo tanto la llevaría al sacerdote para ejecutar el ritual que comprobaría su inocencia o culpabilidad. Núm. 5:30 “o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Jehová, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.”
Pero viene una pregunta importante para todos nosotros ¿es posible que provoquemos a Dios a celos? ¡Por supuesto que sí!, hay muchas maneras y una de ellas es que, en este tiempo de crisis donde al sentirnos con aparente desprotección busquemos alternativas fuera de Dios, acudiendo a buscar “protección” de otros dioses y lo provoquemos. Pablo los ubica a esos “dioses” como mesa de demonios. 1 Cor 10:21 “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 1 Cor. 10:22 “¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?
Ahora entendamos mejor el sentir del Señor, cuando hablaba de que Jesús era la gloria del Padre, el hombre la gloria de Jesús y la mujer la gloria del hombre, así entonces para despertar el interés en nosotros de enfatizar el celo santo, entonces alegorizando diríamos: “así como el hombre tiene celo humano y no comparte su “gloria” (su pareja) con nadie, así también Dios no comparte (con otros dioses) su gloria. (Él hombre) 1 Cor 11:3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
Amados amigos y hermanos, es muy fácil en estos tiempos de crisis buscar alternativas de solución y apartarnos de los principios bíblicos. ¿Cómo podemos provocar celo santo en Dios? Cuando nuestra confianza esta entre “dos amores” el amor a Dios y el amor a la comida o bebida, cuando sustituyo mi fe, creyendo más lo que dicen los diarios y las estadísticas del mundo y no a su Palabra que nos da esperanza y guía a cada momento, o cuando busco más la medicina, que al Dios de la medicina.
La intimidad en la pareja le afirma su amor de uno hacia otro, así de igual manera nuestro tiempo en lo secreto de Dios define nuestra relación de Padre e hijo. ¿Cuánto amas a Dios, y pasas a solas con Él? ¿Tienes tiempo de intimidad en lo secreto con Él? Podemos tener unidad sin tener intimidad como cuerpo de Cristo, porque la intimidad no es pública sino privada.
Recuerda, nadie que es cuerdo y celoso comparte su pareja, así Dios también no comparte “su gloria” con nadie, porque….
¡DIOS ES CELOSO!