El origen de la vida monástica

Después de la caída del imperio romano en 476,la iglesia cristiana nominal había perdido prácticamente la totalidad de su vínculo con Cristo y la Palabra.Por supuesto que las Escrituras eran conocidas,la traducción de Jerónimo conocida como la Vulgata se dió a conocer en el año 400.Era una obra de traducción notable en su fidelidad a los manuscritos originales,por lo que no había nada que cuestionarle.
Sin embargo,una cosa es tener a mano una buena edición de las Escrituras,y otra cosa es interpretarla correctamente y aún más,obedecerla conforme a la dirección del Espíritu Santo.
Las influencias de las religiones orientales eran muy fuertes ante un cristianismo debilitado.El obispo de Roma,convertido hoy en un personaje influyente en el campo político,económico y religioso,había desviado el cristianismo original hacia una forma de religión que de cristiana sólo le quedaba el nombre.
Y una de las influencias que la religión aceptaba era la vida monástica proveniente de la India y practicada desde el siglo tercero en Siria y Egipto.Por supuesto que la Biblia no enseña que debemos practicar vida monástica en ninguna forma.
Los ermitaños Pacomio y Antonio fueron los precursores de las enseñanzas monásticas,cada uno con su propia forma.Existia la creencia de que entre más se mortificaba el cuerpo,se elevaba el nivel de piedad,de comunión con Dios.
Y los monjes se sometían a penitencias rigurosas que incluían comer dos veces por semana,no dormir o dormir muy poco,no hablar,no oír,entendiendo que así se santificaban.
Eso es simplemente ignorancia de la Palabra,parece imposible que se hubiera caído en semejantes prácticas y lo más obvio hubiese sido corregir esa práctica abominable y buscar la verdadera santificación como ordenan las Escrituras.
Lejos de corregir ese absurdo teológico,apareció en 530 un hombre que no sólo impulsó la vida monástica en occidente sino que la reglamentó,su nombre era Benito de Nursia o San Benito como lo conoce la religión católica.
En un lugar llamado Montecassino ,estableció el primer monasterio reglamentado que exigía a sus miembros el estricto cumplimiento,no de la Biblia,sino de la conocida Regla de San Benito.Y a la orden religiosa que fundó se le conoce como Orden Benedictina.
El modelo resultó ser un éxito rotundo en favor de la religión católica.Roma vió con agrado y esperanza poder presentar un ejemplo de lo que supone ser el verdadero camino a la perfección cristiana.Muchos hombres creyendo que ese era el camino,renunciaban a todas sus posesiones,las entregaban al monasterio y se sometían a la regla que exigía votos de humildad,castidad y pobreza.
Europa está plagada de ruinas de antiguos monasterios,lo que significa que la práctica se extendió y ayudó a difundir la religión.De hecho,se llegó a considerar que los hombres más capaces intelectualmente debían entregarse a la vida monástica para aprovechar esos talentos al servicio de Dios.
La teoría de la regla era atractiva,pues ofrecía una vida estable,libre de servicio militar,de impuestos y de reconocimiento de una santidad aunque no la hubiese.Pero,como el modelo es humano y no bíblico,estaba sujeto a corrupcion. El hombre no está hecho por Dios para convivir sólo con hombres,por tanto la corrupcion moral era conocida como característica de la vida monástica.Por otro lado,la pretendida pobreza en la que los monjes debían vivir no se cumplía,pues rápidamente los monasterios eran beneficiados con donaciones que permitía a los monjes disfrutar una vida cómoda.
Por dos siglos la orden benedictina logró mantener cierta reputación de piedad,pero como todo logro humano,el esfuerzo se derrumbó y fue necesario reimpulsar la regla cuando apareció en 900 la orden de Cluny que en verdad la impulsó y la mantuvo firme por tres siglos.
La vida monástica no tiene ningún fundamento bíblico,pero ha sido en muchos momentos históricos el brazo fuerte que ha sostenido la religión católica.La iglesia cristiana debe tener claridad que aunque un modelo religioso pueda permanecer firme por siglos,no significa que esté aprobado por Dios,pues es contrario a las Escrituras y a su tiempo,su influencia decaerá como lo vemos hoy.
De la misma manera,nosotros debemos revisar nuestras prácticas y aún creencias.Si no se ajustan estrictamente a la Palabra de Dios,aunque formen parte de nuestras tradiciones evangélicas,debemos desecharlas.