Un grupo de misioneros llevó ayuda a una aldea en Barangay en Filipinas en medio de la pandemia de COVID-19, hay muchas comunidades que necesitan víveres para subsistir
Pero se llevaron una sorpresa, un señor no solicitó alimentos , su petición fue un repuesto para su biblia que ya estaba desgastada y sin portada.
Una de las voluntarias escribió en sus redes sociales:
«Es la primera vez que encontramos a Amun y somos bendecidos. Nos recuerda que en está crisis, no solo se trata de las cosas materiales , sino también de Su Palabra mientras caminamos y aceptamos los desafíos cotidianos de la vida» expresó Dyn Nah en su cuenta de facebook.
Acompañado de el versículo:
«Escrito está: Para vivir no sólo es importante el pan: debemos obedecer todo lo que manda Dios”. Mateo 4:4 NBV