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jueves, abril 18, 2024

Los Zapatos de Papá

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Sonrisas se escucharon en mi sala, al ver a mis hijos caminar con mis zapatos.

De repente la voz de Dios llego a mi mente diciéndome: “viene el tiempo en que los hijos caminarán con los zapatos de Papá”

Las hormas de los hijos son confeccionadas por los padres.

Es decir que, en gran, medida la talla y los pasos que ellos den en la vida tienen mucho que ver con lo que se les modeló en casa.

Ellos quieren ser como tú.

Y eso es sufriente para meditar mucho en la mera de vivir.

Los Zapatos de tu padre biológico

Los pasos dados por un padre tienen el poder de evitarle trayectos largos a nuestros hijos.

Ellos no necesariamente deben de pasar por lo mismo que tú.

Los caminos largos se acortan con los consejos y sabia dirección de un Papá.

Evitar que los hijos repitan los mismos errores, es sostenerlos en los brazos para que no se llaguen los pies como nosotros. 

Regularmente los zapatos de Papá no hacen ruido.

Y esto nos enseña que no hace falta hacer tanto escandalo para darle un consejo o amonestación a nuestros hijos.

Bastará con un par de palabras sinceras, capaces de direccionar el futuro prometedor de ellos.

Recordar los zapatos de Papá es hablar de lo bueno y olvidar lo malo.

Si vas a hablar mal de los pasos de tu padre, ten por cierto que repetirás sus mismos errores mientras caminas con sus mismas botas.

Piensa en esto:

No eres mejor que tu padre, simplemente él te ayudo a ser lo que eres.

Quizá nunca sepas lo que se siente entrar en sus zapatos. 

Así que no puedes juzgarlo, ni condenarlo.

Tú estabas pequeño cuando Papá cometió muchos errores, y tus pequeños pies no daban la media para entender sus motivos.

Pero si aún está en la tierra, bendícelo esté donde esté.

Y si ya no está, recoge sus pasos y aprende de lo bueno y de lo malo, para que tú camines derecho.

Los Zapatos de tu padre espiritual

Un padre espiritual, es un mentor, un entrenador y un guía.

Quizá sea tu pastor.

Si lo admiras, respetas y honras, vale la pena también mencionar que el ejemplo que te ha modelado, debe de ser imitado.

En la mayoría de los casos, no se valora su labor espiritual en el crecimiento personal de los que lo ven y escuchan.

Pero miles de veces, la voz de Dios para tu vida ha sido expuesta en sus enseñanzas, predicaciones y consejos.

Si estuvieras en los zapatos de tu padre espiritual, te dieras cuenta que creer en ti es fácil, que no es dificultoso soñar con un destino maravilloso para tu vida, que, a pesar de tus ausencias y fallas en la congregación, es imposible renunciar a orar por ti.  Simplemente ese corazón de padre, te perdona una y otra vez, sin echarte en cara tus 1,000 archivos negros que están en su escritorio.

Bendice la vida de es padre espiritual, y observa sus pasos como sellos en la arena que marcan la ruta del camino en que debes transitar.

Recuerda que la biblia habla de los pies de tu padre espiritual, y dice que “hermosos son sus pies”.

Así que mientras él este en la tierra, hazle saber lo importante de su labor y función en tu vida. ya que no te imaginas cuando dejaras de tenerlo en tu vida.

Los zapatos de tu Padre Celestial

Quita tus sandalias, renuncia a tus opiniones egoístas y camina en la senda que tu padre Celestial te marco.

Dios te dio nuevos zapatos y Jesús se puso debajo de ti, para ser tu camino. 

No camines descalzo cual infiel hijo prodigo,

No te aferres a tus viejas sandalias heredadas por el Egipto del pasado,

No camines sobre tus propias opiniones, ni desees manipular la voluntad del que tiene caminos más altos que los tuyos.

Tu padre celestial, conoce tu salida y tu entrada,

Escudriña tus pasos y tus caminos, Ha diseñado tu destino y quiere que llegues a él,

Te levanta las veces que sean necesarias sin importar lo sucio que estés,

Y sin que te des cuenta te arropa cuando el frio de la soledad te visita.

Él es tu Papá, y me dijo que te dijera, que se la pasa pensando en ti, y esperando cada día a la puerta de la oración permanece ansioso de hablar contigo.

Así que:

Cada noche en tu cuarto, cierra los ojos y abrázalo,

Y al abrir tus ojos por la mañana dile: buenos días Papá.

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