En horas de la mañana en las instalaciones de Iglesia Nueva Familia San Salvador, el grupo de pastores y ministerios “Próximo Paso” presentó un protocolo con medidas de seguridad a utilizar en las iglesias en su reapertura.
En congruencia con los cambios mundiales que el Covid-19 ha generado, como Iglesias Cristianas Evangélicas Salvadoreñas proponen adoptar medidas de bioseguridad, higiene y conducta, a través de un protocolo de transición, estructurado en 4 etapas, con la conciencia que será un proceso entrar en la nueva normalidad del desarrollo de las celebraciones y para ello las autoridades deben estructurar fases, el inicio de las etapas de esta propuesta iniciará en la fase que el gobierno lo estime conveniente. Las etapas serán distribuidas de la siguiente forma: ETAPA 1: REAPERTURA, ETAPA 2: MODERACIÓN, ETAPA 3: ARTICULACIÓN, ETAPA 4: NORMALIDAD. Cada una de las etapas contará con tres o cuatro semanas de duración.
“Hemos estado trabajando en un protocolo consensuado con las ideas de la mayoría de iglesias, de acuerdo a las encuestas somos más de 2 millones de cristianos, si la gente se activa en un domingo es casi la mitad población de El Salvador que se estaría moviendo, tenemos una pandemia que no se puede obviar, necesitamos tener los protocolos, las medidas y las capacitaciones necesarias para hacer las cosas de la manera correcta” expresó el pastor Edwin Guzmán de la iglesia Congregación Familiar AD.
Entre las medidas que destacan en el instrumento que han presentado a la población están: higienizar las instalaciones antes de cada culto, gel antibacterial, uso de mascarillas, desinfectar zapatos, toma de temperatura antes del ingreso, distancia de 2 metros entre asistentes.
“La primera parte del protocolo está sujeta a iniciar en el momento que el gobierno decida abrir las iglesias, nuestra intención es facilitarles a todas las iglesias de distintas denominaciones un modelo para continuar haciendo nuestra labor que es predicar a Jesucristo, y hacer labor social, respetando la dinámica de organización que cada uno tiene.” Acotó el pastor Juan Carlos Hasbún de Iglesia Kemuel.
Según expresan no es correcto que las iglesias se habiliten en la primera etapa de reactivación del país, que lo prudente sería entre la segunda o tercera etapa, más sin embargo manifiestan estar sujetos a las autoridades de gobierno y respetan los mecanismos a través de los cuales se trabaja; también mencionaron que dicho protocolo ya ha sido entregado al Órgano Ejecutivo.
En el documento plasmado las regulaciones iniciales van desde el hecho de hacer uso solamente del 50% de la capacidad de las instalaciones, un día a la semana para cultos con una duración máxima de 1 hora 30 minutos, no aperturar escuela dominical para niños, restringir el acceso a personas con enfermedades crónicas, adultos mayores, mujeres embarazadas. Las medidas van bajando intensidad en cada etapa propuesta. Todo con el fin de salvaguardar la vida de los miembros de cada congregación.
Cabe destacar que las organizaciones cristianas son excelentes agentes para gestionar el trato del estrés, la ansiedad, el temor, y la depresión, por ser instituciones basadas en la fe y sostener un componente de transformación en el ser humano. Insumos que las personas necesitan para sobreponerse a la pandemia.
