Es un reconocido misionero de las Asambleas de Dios y director de estudios socioculturales del seminario de dicha institución en Estados Unidos.
Nacido en E.E.U.U su padre era pastor de la iglesia ya antes mencionada, a la edad de 8 años el Señor lo llamó para las misiones y unos años después también a su papá. Llegaron a América latina cuando él tenía 11 años, pasaron un año en Costa Rica capacitando y estudiando el idioma luego en Guatemala específicamente en Quezaltenango, años después regresó a terminar sus estudios, y una maestría en misionología después de esto es que visita nuestro país.
Estuvo residiendo en El Salvador, desde el año 1984 hasta el 2004 lo que le motivo a esto fue principalmente la movilización de las iglesias hacia las misiones y predicar particularmente en la formación de lo que es ahora las misiones foráneas de las Asambleas de Dios. Lo que él realiza es movilizar a las iglesias a las misiones, apoyar y enviar sus jóvenes a las misiones. Cuando él inició había unas tres familias que habían salido de una sola iglesia, hoy en día se contabilizan 115 misioneros salvadoreños, distribuidos en todo el mundo como por ejemplo Asia; siendo la parte principal; formar nuevas expectativas para los pastores.
Dio clases en el instituto bíblico Betel y por el rector de Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios fue invitado para formar una facultad, lo que conocemos ahora como la facultad de teología enfocado a las misiones. Se formó el pensum y los primeros estudiantes fueron en el año de 1987, saliendo la primera promoción para el año de 1992. La razón por la que visitó nuevamente nuestro país es para impartir un seminario de estudios islámicos para los hermanos para ir a trabajar entre los musulmanes.
Se le cuestionó sobre su perspectiva en cuanto al tema pastoral en El Salvador enfocado en el tema misiones, él contestó: “Depende de la tradición, algunas iglesias están ya con visones misioneras, unas no tienen la menor idea de lo que trata las misiones”.
“Teniendo los misioneros que hay pero podemos tener más”. Vamos mejor que muchos países en Latinoamérica, en Argentina hay 160 misioneros le sigue nuestro pulgarcito con 115, México tiene 50, Venezuela 50,y Costa Rica 35”.
Menciona que va de país en país ayudando a las iglesias a formar sus agencias misioneras, a organizar, pues no falta el deseo del público joven ya que están dispuestos a ir donde el Señor les indique, para ello se necesitan dos cosas: “El fuego del Espíritu Santo y la organización” ya que para él sin estas, el fuego se desvanece, es necesario que ambas se unifiquen. Dice que las misiones necesitan un impulso continuo para mantener el objetivo que es alcanzar a las naciones ya que si bien es cierto Estados Unidos tiene raíces misioneras, pero está perdiendo de vista algunas de las iglesias debido a que están disipando la visión misionera, incluso dentro de las Asambleas de Dios.
¿Qué debería hacer un pastor para incentivar a su congregación y que esta se active en el tema de las misiones?
A lo que él contestó: “Siempre hay que predicar de misiones, pero también hay que formar programas y organizaciones para ayudar a los miembros para hacerlo fácil, y sobre todo orar. Hay muchas herramientas, ahora se puede ingresar en la página denominada “El proyecto Josué” donde se puede verificar cuantos grupos han tocado y las notificaciones llegan al correo electrónico. Así todo el pueblo estaría orando a favor de las naciones, ya el mundo estaría alcanzado”.
Según el criterio de Rance, la situación de formación en nuestro país es que el misionero oficial debe aprender otro idioma, otra cultura para poder comunicar el evangelio por eso existen instituciones que ayudan en esto, como la Facultad de Teología de la UCAD. “Dios desea utilizarnos a todos en una obra misionera, no es solo para los misioneros sino que Dios llama a un pueblo a asistir a la iglesia, a cumplir sus propósitos, necesitamos ser sensibles a la voz del Espíritu Santo para ser guardia de nuestra paz, qué es lo que Dios requiere de mí. Cuando uno está en la voluntad de Dios hay una voz de obediencia, la clave es ser obediente a lo que nos dice el poder del Espíritu Santo; sí la iglesia se llena de ese poder las naciones escucharan las buenas nuevas ya que Dios decidió comunicar su verdad a través de la iglesia”. Agregó el misionero. “En las Asambleas de Dios hemos avanzado pero todavía hay mucho potencial que se puede explotar”
“Los pastores que no están inquietos con las misiones, tienen que leer de nuevo la Biblia porque son iglesias de Cristo y son ellos los responsables
de llevar el mensaje a todas las naciones.”