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jueves, noviembre 21, 2024

Papi, no olvides despertarme mañana

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Esa era la frase que cada noche mi hija Gaby me decía, al arroparla en la cama después de orar con ella, cuando era pequeña.

Y este sencillo ejemplo nos ayudara a meditar en lo siguiente:

La fe, del que se siente pequeño ante la grandeza de su padre, es capaz de hacerlo descansar tranquilo.

Los hijos amados de Dios, descansan tranquilos, sabiendo que, al despertarse mañana, Papá estará a su lado, para decirle buenos días.

  • Confía en el mañana que papi te ha preparado

Que la incertidumbre no te robe la paz, ni el reposo. 

No importa cuán oscura o sombría sea la noche, Papá mañana se recordará de la petición que le hiciste hoy.

El padre no te dejará en cama, él te levantará una y otra vez.

El día no comenzará sin ti. 

Solo confía en el gran amor de tu padre.

Él ha preparado un gran mañana para ti.  Tú te levantaras y sin temor a equivocarte, te levantaras sabiendo que habrá desayuno en casa, y nuevas aventuras por vivir.

  • Papá te despertará cuando crea que es hora de levantarte

Él sabe hasta dónde te permitirá soñar.

Si aún no te ha despertado, es porque a él le parece que debes de seguir soñando lo suficiente, como para estar listo para tu mañana.

Papi te vigila mientras duermes, y se deleita verte soñar con cosas grandes.

Llegará el momento en que te despertará. Y con un “buenos días”, te dirá: “llego el tiempo de que vivas el mañana que soñaste”

Es hora de que tus sueños se materialicen y sean una realidad viviente.

Así que te ordenara ciertas cosas después de su saludo matinal:

  • Primero: “Ordena tu cama”: eso significa que renuncies a seguir viviendo de ilusiones, y que te propongas a poner manos a la obra.  El ordenar la cama implica, no volverse a acostar cuando el mañana ya llego.  Es tiempo de trabajar y ocúpate en tu destino.  También ordenar tu cama es no dejar desordenes pendientes.  Para vivir un mañana de éxito es necesario el orden, la agenda y la buena administración de los recursos, sin olvidar iniciar el día, bajo la obediencia y la dirección del padre.
  • La segunda orden es: “Quítate el pijama”.

No pretendas presentarte al mundo con ropas de soñador.  Ya que abundan los anti- soñadores y ese tipo de gente no quiere oír sueños, sino ver resultados.  A demás de eso te presentarás con ropas nuevas de trabajo y proyección.  Si te niegas a quitarte el pijama, el padre permitirá que otros te la arranquen a la fuerza.  Tal y como sucedió con José.  Porque ya era tiempo de despertar y quitarse las vestiduras de soñador a las que se había acostumbrado.  Tenía que convertirse en hombre, y dejar de ser un niño mimado de cuna. 

Así que tuvo que sufrir una transición violenta. Porque su mañana había llegado y se estaba haciendo tarde. 

  • “Báñate”: eso es el primer reto doloroso del día.  El agua fría golpea como mil cuchillos al mismo tiempo, pero te hará despertar.  Necesitas estar lucido para todo lo que viene.  Las metas son grandes y los desafíos abrumadores, así que necesitas estar con mente fresca en el destino que Dios te preparo.  Mas tarde habrá tiempo para seguir durmiendo.  Ahora es tiempo de avanzar.

Refresca tus ideas, lee tu agenda diaria, toma café y emprende grandes cosas con la ayuda de tu padre.

  • El mañana comienza con ordenes

El que le pidas a tu padre que te despierte al llegar tu mañana, implica estar consciente de que amanecerás bajo su gobierno y la dirección de sus consejos sabios. 

No encontraras tu éxito encerrado en tu cuarto, deprimido, o lleno de pereza combinada con frio, solo porque amaneció lloviendo y lleno de neblina. 

Cada orden de Papá, será para tu bien. Él ya estuvo en tu futuro, y sabe que piezas mover para que tu hagas realidad tus sueños.

El reloj del padre sonará la alarma cuando sea tu tiempo.  El padre llegara a despertarte para decirte: “Buenos días, hijo, ya llego el mañana que esperabas”. 

Quizá estas en el tiempo de los sueños, y eso está bien, debes de embarazarte de todos los sueños que puedas ,

mientras tengas permiso del padre, por que llegará el tiempo en que papi dirá: ¡Ya es suficiente, despiértate!

O quizá estés viviendo el final de tu noche de espera, de ser así, confía en el reloj del padre.  Él sabe a qué horas despertarte.  No adelantes los tiempos. 

Espera el mañana soñado, Papá te despertará.  Estoy seguro que no se ira sin ti, él no te olvidará en la cama.

Por eso desde este momento, si crees en la omnisciencia de Dios (que el todo lo sabe) entra a tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu padre que te ve en lo secreto y dile con toda la fe de mundo:

Papi, no olvides despertarme mañana.

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