Efesios 4:26 “AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo…”
Después de toda una vida de ociosidad, sedentarismo y mala alimentación, lo lógico es que el cuerpo empiece a acusar ciertos problemas. Uno de ellos es el acumulamiento del colesterol malo que obstruye las arterias que alimentan el corazón.
El colesterol malo son partículas de grasa que a causa de una mala alimentación por años, falta de ejercicio y otros factores, se van acumulando en las arterias que van y vienen del corazón, afectando la libre circulación de la sangre y eso, con el tiempo, forma los famosos coágulos provocando serios problemas de salud y al final, si no se ataca el problema, la muerte. Es lo que llaman la muerte silenciosa.
El colesterol, no es fácil de eliminar. El médico tiene que controlar constantemente la sangre, hacer análisis de todo el sistema circulatorio incluyendo riñones y otras partes del cuerpo. Lo primero que ordena son medicamentos que vayan eliminando paulatinamente el problema. No se va de la noche a la mañana. A veces lleva años eliminar esas partículas dañinas. Ordena hacer ejercicios todos los dìas, bajar de peso, mover la linfa del cuerpo, bajar calorías y eliminar las comidas grasosas. Las pastillas no deben faltar ni un solo dìa ni noche. Ordena una rutina diaria que muchos son incapaces de cumplir y fallecen. Los mató el exceso de colesterol. Y la falta de disciplina.
Pero hay otro colesterol peor que el producido por la mala alimentación. Es la amargura. Es el rencor hacia alguien a quien nunca se perdonó por lo que nos hizo hace mucho tiempo, y ese mal recuerdo anidado en el alma, va acumulando partículas o residuos dañinos en el cuerpo que producen la muerte paulatinamente. No se nota porque se sigue viviendo, pero por dentro el daño ya está haciendo efecto. También es muerte silenciosa.
La neurolinguistica me enseñò que dentro de nuestro cerebro hay neuronas que fueron hechas por un Creador Poderoso (que yo sé quien Es), para no procesar pensamientos y palabras negativas. Es decir, el cerebro interno no sabe distinguir lo negativo que se expresa en sonidos. Por ejemplo, se han hecho estudios de personas obesas que siempre dijeron “no quiero engordar” y el cerebro solamente procesó “quiero engordar”. Por lo tanto, aún los científicos han declarado que para que un obeso pierda esas libras de màs, lo que debe decir es “yo no quiero engordar”. El pronombre “yo” anula la declaración negativa y empieza un mecanismo biológico que hace que las grasas se quemen y desaparezca no de la noche a la mañana, es cierto, pero sí una pérdida considerable de libras. Se regula el apetito, el descanso y por lo tanto, las endorfinas se activan y dan deseos de hacer ejercicio.
La falta de perdón, acumulación de enojos, odio, rencores y conflictos de carácter van obstruyendo poco a poco la comunión con el Señor a quien adoran. Se necesita entonces un alto grado de disciplina espiritual para eliminar poco a poco toda esa acumulación de veneno en el corazón. Tampoco se quita de la noche a la mañana. No basta con una sola oraciòn. Con un culto a la semana. No. Serà necesario un tratamiento a largo plazo para sanar esas arterias espirituales para que la Palabra y la Presencia del Espíritu Santo corra libremente por el interior del ser humano. Se necesita una limpieza a fondo. Como enseña la neurolinguistica, también serà necesario un cambio de paradigmas en las palabras que usamos hacia los demás.
Es por eso que la Escritura nos ha dejado consejos sobre lo que debemos hablar para poder alcanzar un grado de espiritualidad aceptable al Señor, y eso nos evitara caer en pecados que dañarán nuestro cuerpo espiritual y por ende, nuestro cuerpo físico. El salmista expresó: Mientras callé, mis huesos envejecieron. ¿Por què? Porque estaba guardando malos pensamientos, deseos de venganza y desquites hacia sus enemigos y eso le provocó, con el tiempo, una deformación física de sus huesos.
Respetables lectores: No permitan que su comunión con Dios se obstruya por esa acumulación de ira y enojos contra alguien. No permitan que esa muerte silenciosa acabe con su fe, con su prosperidad y su crecimiento espiritual.
SOLI DEO GLORIA