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viernes, abril 19, 2024

“Cristiano sin rienda”

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Prov. 25:28 “Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”.
 
Este proverbio enfatiza cómo es un cristiano sin “rienda”, lo relaciona como una ciudad derribada y sin muro. En mi experiencia como pastor he conocido a muchas personas que carecen de dominio propio, viven rodeadas de pleitos y controversias, y se enredan en todo tipo de dificultades, porque no saben guardar silencio en el momento oportuno, es decir pareciera que no tienen “rienda”.
 
Son aquellas personas que no saben decirle que no a los pedidos que otros le hacen, es decir creen perder popularidad, y probablemente así sea, pero carecen de control de su propia vida, no tienen “rienda” y se pasan el tiempo tratando de satisfacer las demandas de todos los que se le cruzan por el camino. ¿Quién decide por ti? ¿Te controlas u otros te controlan? ¿Eres cristiano sin rienda?
 
En cosas tan simples, como cuando una persona gana peso por encima de lo que debe tener, a veces es por falta de dominio propio, es esa persona que no sabe disciplinarse en la comida, le da “rienda suelta” a sus deseos y pierde su buen estado de salud y comienza a adquirir un peso en desproporción a su estatura, sufriendo complicaciones en la columna vertebral y otras propias de la obesidad. ¿Nuestras oraciones a Dios por enfermedades, será la causa, de la falta de dominio propio? 3 Jn 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 
 
Hazte un cuadro mental y piensa en el dominio propio como si fuera un muro construido para defenderlo y protegerlo. La defensa de una ciudad no era un asunto trivial, por el contrario, era vista como la seguridad de sus habitantes. En los tiempos de Salomón, era una cuestión de vida o muerte pues, según la práctica de la época, las batallas y guerras entre los pueblos frecuentemente incluían el esclavizar a los habitantes y el saqueo de sus ciudades. ¿Cierras puertas a las críticas o explotas y le das “rienda suelta” a tus palabras?
 
Tener “rienda” es tener dominio propio es cuidar “ese muro” de seguridad, es saber tomar las medidas necesarias para cuidar y proteger los recursos que hemos recibido del Señor. Es poseer la disciplina para resistirse a los impulsos naturales de la carne. Es una decisión que, en el momento parece innecesaria, pero que produce un beneficio en el futuro. Todo cristiano que da “rienda suelta” a su vida, necesita ejercitarse en el dominio propio.
 
Amados amigos y hermanos. ¿qué de las personas que no puede resistirse a las invitaciones que conlleva el pecado?, como ejemplo: una salida a tomar un trago social entre “hermanos”, que todavía después de años en el evangelio, ven normal tomar un “vinito”, con el argumento de que Jesús tomaba vino y también Pablo se lo recomendó a Timoteo para su úlcera. Al final pierden su santidad y se hunden en todo tipo de prácticas que debilitan profundamente su vida espiritual. ¿Será el problema de adicción de algunos hermanos ser cristianos sin “rienda”? 1 Pedro 2:11 “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”, 
 
Recuerda, es cierto que tener “rienda” nos limita, pero se necesita porque nos permite estar seguros. Piensa por un momento: ¿cómo sería nuestra ciudad sin autoridad? Sería un caos total, cada uno haría lo que le pareciera prudente. Sin dominio propio para gobernar nuestra vida sería un total desastre. Una vida sin control es vulnerable a toda clase de ataques del enemigo. Así que evita ser un…
 
“CRISTIANO SIN “RIENDA”

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