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martes, noviembre 26, 2024

¿En dónde se esconde?

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Genesis 3:10 “Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí”

Mucha gente no sabe reaccionar a sus pecados. Hay matrimonios que cuando tienen sus momentos de disgusto no saben como reaccionar a esos momentos tan difíciles que pasamos todos los que transitamos por ese estado que se llama matrimonio.

Convivir con la persona que hemos decidido amar para siempre, con quien hemos deseado compartir nuestra vida y nuestros sueños y proyectos no es nada fácil. No porque sean pecadores o personas intratables sino porque siempre habrán roces entre los dos, que para eso precisamente nos hemos unido: para ayudarnos mutuamente a limar nuestras asperezas y momentos difíciles en nuestro trato.

Pero si no sabemos manejar esas situaciones que son normales en toda pareja, cometeremos el mismo error que cometieron nuestros primeros padres Adan y Eva.

El enemigo de Dios los indujo a pecar desobedeciendo su Palabra. Comieron del árbol que se les dijo que no lo hicieran. Sin embargo se cumpliò el propósito del Diablo: separar al hombre de su Creador. Hacerlo sentir tan culpable y avergonzado que tuviera vergüenza de ser visto por Èl y era mejor alejarse. Esconderse fue su primera reacción. Esa era la intención del Diablo. Hacer que el hombre se sintiera tan mal por haber ofendido a su Creador que era mejor esconderse y no dejarse ver por èl.

¿No le parece conocida esta reacción? Lo mismo sucede hoy entre las parejas que tienen esos momentos álgidos entre ellos. Antes que pedir perdón uno al otro y perdonarse, prefieren esconderse de ellos mismos. Hacer mutis y alejarse uno del otro. En ese momento la batalla la ha ganado Satanàs. Ha logrado el propósito que busca siempre que puede. Alejarnos uno del otro y hacernos sentir mal. ¿Vas a comer? le pregunta la esposa al hombre que está escondido en su cuarto. ¿Vas a venir a acostarte? Le pregunta èl a su esposa mientras ella está haciendo cosas en la cocina retardando el momento de ir al mismo cuarto en donde está el hombre que la ha lastimado. Èl se esconde de ella y viceversa.

Se aman, es cierto, no pueden vivir uno sin el otro, es cierto, pero en ese momento no importa nada el amor ni la necesidad. Lo que importa es que nos hemos herido y nos sentimos mal. Y la manera màs fácil de arreglarlo es aislándonos. Se ha abierto una brecha entre los dos y no hay manera de arreglarlo. Así pueden pasar horas y hasta dìas hasta que algo sucede que todo vuelve aparentemente a la normalidad.

Lo mismo sucede con Dios. Cuando pecamos, aunque amamos al Señor, lo servimos y queremos estar a su lado siempre, no podemos evitar caer en las trampas que el enemigo nos pone en el camino de la santidad y la entrega a Èl, y eso provoca que nos escondamos de Su Presencia. Aunque Èl nos conoce y nos ama, preferimos escondernos de Èl para que no nos vea en toda nuestra desnudez.

Adan y Eva se escondieron entre los árboles del huerto. Hoy, muchos hombres y mujeres se esconden en el licor, la pornografìa, la televisión, los vicios, los gritos, el mal carácter, los insultos y el lenguaje profano. Hablo de personas cristianas. De personas que han declarado que Jesus es su Señor y Salvador, pero que sin embargo, cuando caen en las redes del pecado, antes que pedir perdón al Bondadoso Señor, prefieren esconderse. Se esconden en sus deportes y ponen excusas para no ir a buscar su Presencia a la Iglesia.

El Diablo los ha convencido de que ya no merecen perdón. Que ya no busquen la Presencia de Dios porque como su cónyuge, ya no quiere ni verlo cerca. Le hace creer que así como le tratan en su casa cuando hace algo incorrecto, que le quitan el habla, que le aplican la ley del silencio, así serà Dios también. Y dejan de orar, de asistir a la congregación, de leer la Biblia y es entonces cuando empieza un camino descendente en donde lo mejor es dejar de buscarlo y se rompe la relación. Es mejor esconderse en cualquier otro lugar pero no humillarnos y buscar la reconciliación con Dios. ¿Se esconde usted de Dios cuando peca, o corre a pedirle perdón, sabiendo que Èl es Bueno y Amplio en perdonar? “Porque Yo no soy hombre…” dijo Èl.

SOLI DEO GLORIA

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