“Tú, holgazán, aprende una lección de las hormigas. ¡Aprende de lo que hacen y hazte sabio!” Proverbios 6.6
La pereza no es buena compañera, ni tampoco es buena consejera. Una de las cualidades que debemos desarrollar en nuestra vida para conseguir las metas que nos trazamos es el trabajo diligente y qué mejor forma que aprenderlo de las hormigas. Dos cosas salen rápidamente a la luz: Primero que debemos observar mejor lo que está a nuestro alrededor. Parece que nuestro ojo se ha acostumbrado al entrenamiento, pero no a la observación que lleva a la reflexión y por tanto al aprendizaje. Esta es una cualidad de las personas que se conducen con sabiduría. Segundo que aun las pequeñas hormigas tienen grandes lecciones para nosotros. Por ello aprendamos de lo que hacen y preparémonos para el futuro.