Lo que vemos, lo que consumimos, el lugar o cosa en que invertimos tiempo, pasión y esfuerzo es exactamente lo que estamos constantemente anunciando. Nos demos cuenta o no todos despedimos un aroma que evidencia el estado de nuestro corazón.
Un olor fresco nos demuestra que algo está radiante y vivo ;un olor nauseabundo nos indica que algo ha perdido vida o frescura. El olor indica el estado de algo.
En este devocional aprenderemos 3 acciones bíblicas que nos ayudarán a revelar en nuestra vida el suave aroma de Cristo.
Acciones que nos ayudan a manifestar a Cristo.
1.) Sólo podrás manifestar el olor del conocimiento de Jesús a los demás cuando hayas pasado tiempo en la presencia de Dios “viendo y oyendo”.
Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo” (1 Juan 1:3).
Lo que vemos, lo que consumimos, en el lugar o cosa en que invertimos tiempo es exactamente lo que estamos constantemente anunciando. Nos demos cuenta o no.
2. La Adoracion en lo cotidiano.
Fundamentalmente la adoración es «UN ESTILO DE VIDA QUE SE ESFUERZA CADA DÍA POR AGRADAR A DIOS Y QUE A TRAVÉS DE NUESTRA VIDA OTROS GLORIFIQUEN A DIOS.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.
Salmo 40:3
3. La llenura del Espíritu Santo.
«No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,»
Efesios 5:18
¿Qué significa, ser llenos del Espíritu Santo? La palabra utilizada en el griego traducida «sed llenos » es la «pleroo» que significa estar saturados hasta lo máximo de algo. Muchas veces la Escritura usa la expresión “ser llenos de” para señalar la condición de alguien que está siendo controlado por algo.
Por ejemplo, en Lc. 5:26 se habla de un grupo de personas que se llenaron de temor al ver al Señor sanar a un paralítico; y en Lc. 6:11 se dice de los fariseos que se llenaron de furor contra Cristo porque sanó en el día de reposo a un hombre que tenía seca una mano.
Ser lleno del Espíritu, entonces, no es otra cosa que ser controlado por el Espíritu que mora en nosotros. Noten el contraste en Ef. 5:18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”.
